¿Qué piensa la gente que no lee?

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Conferencia ¿Qué piensa la gente que no lee? Caminé como casi todas las personas y también viajé bastante hasta mis 23 años, época en la que tuve un accidente automovilístico que me dejó paralizada de la cintura para abajo… Por ese motivo, uso silla de ruedas. Estuve internada en ese entonces, durante un año y ocho meses y separada de mi hijo de cuatro años, lo veía sólo los domingos cuando lo traía mi suegra a visitarme. Los demás días, además de conversar con la gente que estaba hospitalizada en el lugar, hacer gimnasia y algunas manualidades, leía, leía y leía todos los libros y revistas que encontraba en la biblioteca y que me traían mis seres queridos. A los 39 años una leucemia promielocítica aguda de la que hice remisión en el 2008, casi me manda al “otro mundo”. Soporté durante dos años un tratamiento de quimioterapia radiante para lo cual estuve internada en una clínica de Paraná, Entre Ríos, de la que sólo podía irme algunos fines de semana. Y si bien los primeros meses mucho no leí debido al cansancio extremo que me provocaba la quimioterapia, en cuanto estuve un poco repuesta comencé a leer y a leer cada vez más. Al momento de escribir esta Conferencia, Octubre de 2019, puedo afirmar que he leído más de 3500 libros. Hace 3 años me ocurrió un pequeño accidente en un avión en México por el que debí hacer reposo durante 7 meses. Y todo ese tiempo también lo dediqué a leer, pero sobre todo, a escuchar audiolibros y audios de los videos de YouTube… Ahora que tenemos a disposición estas plataformas y estas nuevas maneras de entender las cosas, la vida, el mundo, ya no leo tantos libros en papel, aunque continuo haciéndolo, porque para mí es un hábito leer libros impresos, me producen una sensación de serena calidez. Mientras vivía los acontecimientos antes descritos con mi salud me decía: ¿Por qué y para qué debo soportar esto? Eran las preguntas recurrentes, angustiosas, exigentes que una y otra vez repetía en silencio, hablándole a Dios, al Cielo, al Universo, al Ser divino que todos los Seres humanos llevamos dentro… Sentía que me respondía una vocecita callada, muy suavemente: “Así te irás haciendo más y más fuerte… Así aumentará tu fortaleza, tu amor, tu entereza, tu buena salud, tu comprensión, tu compasión…” Pero ¿para qué quería yo “ser tan fuerte, estar tan entera, tener tanto amor, disfrutar de salud perfecta”? Si lo único que me interesaba era “gozar de la Vida”, y tal y como me habían enseñado que se goza: en lujosas y ruidosas fiestas, en paseos en vehículos deslumbrantes, tomando, comiendo y comprando lo que yo deseaba? ¿Por qué el Universo, cuando todo estaba tan “bien” (“Bien” según lo que yo entendía por “Bien” en ese entonces) parecía elegirme para que pase por estos problemas tan acuciantes, tan difíciles, tan desestabilizantes? Hoy, que veo y analizo las circunstancias en las que se encuentra no sólo nuestro país, la Argentina, sino casi todo el Mundo, comienzo a despertar de un largo sueño… Porque me doy cuenta que tanto la Argentina, como América Latina y gran parte del resto del mundo se encuentran en una situación similar a la de alguien que debe enfrentarse con una grave condición de salud y permanecer en terapia intensiva… Durante esos aciagos días sabe (o deduce, si está consciente) que tiene tres alternativas posibles: quedarse en la cama, tirarse allí y no comer ni tomar agua (rendirse); dejarse estar pasivamente, tomando agua, medicamentos y alimentándose (esperando) o tratar de salir estudiando las maneras, las formas, los modos, el cómo y los para qué le está pasando todo esto… Al analizar las maneras de salir, de moverse de ese lugar tiene la posibilidad de encontrarse con el cómo y con las respuestas a todos los interrogantes. Se trata, nada más y nada menos, de moverse de la “zona de confort” que se ha vuelto insoportablemente dis-confortable y trascender las propias limitaciones. Por eso actualmente, que ya casi nadie “disfruta” de la seguridad de tener un empleo “fijo”, que ya poca gente sabe con certeza cómo logrará permanecer y progresar en el puesto que está, y que tampoco sabe si la próxima semana seguirá ganando lo que está ganando, y percibe que mucho menos aún se da cuenta si quiere perpetuarse en ese empleo y en esa situación, resulta importantísimo recurrir a la imaginación y a la creatividad que les inspirarán algunas nuevas ideas y otros paradigmas y les ayudarán a “crecer” personal y profesionalmente. Asistimos imperturbables, resilientes como nunca a la “muerte” de la sociedad y de los empleos tal como los conocemos. Venimos percibiendo la “muerte” de los sistemas, de las instituciones, de las estructuras, de las creencias. Nos damos perfecta cuenta que estamos en medio, entrando, transitando o saliendo de aquello que las grandes religiones denominan “el Apocalipsis”. También percibimos que este “Apocalipsis” no es el “fin del mundo” en el sentido que habíamos pensado, con terremotos, huracanes y guerras, desastres y cataclismos. Que si bien existen y nadie puede negar que están en algunos países, las guerras, los terremotos, los huracanes no son para exterminar a todo el género humano sino más bien traen consigo una especie de llamado de atención, como para que “reflexionemos” con la intención que esta “género humano” sintiente y pensante manifieste un cambio, una transformación personal, mental, emocional y hasta física que nos conduzca a todas las Personas a vivir la vida de otra manera… Una manera menos complicada, menos consumidora, más respetuosa del medio ambiente, de la biodiversidad, de la diversidad religiosa, étnica, sexual, física, sensorial, mental, intelectual, en donde los Seres humanos seamos y nos consideremos iguales, en equidad, prósperos, amorosos, solidarios, donde podamos expresar nuestras diferencias y nuestras aptitudes y ser respetados y apreciados por ellas. Es importante considerar en este punto, al tema de género porque el desarrollo humano tiene género – así como el dinero tiene sexo, aún hoy y actualmente – porque son mujeres y hombres quienes experimentan diversos grados de poder ser, de capacidades y de oportunidades. Por lo que estimo se hace necesario implementar en las capacitaciones, planes, programas y políticas públicas el mainstreaming (o la transversalización) de la perspectiva de género para que las mujeres, los varones y las personas trans estén completamente incluidas en ellos, así como también habrá que pensar la forma y la manera en que las mujeres se empoderen, apropiándose del conocimiento, no sólo de sus derechos y de sus obligaciones, sino de todo el conocimiento que ha permanecido oculto en los libros, dentro de los mandatos y creencias que nos gobiernan. Y no es este un alegato feminista, ni pretende serlo sino que, como seres humanos estamos obligados a equiparar oportunidades porque no existirá desarrollo humano, ni en consecuencia, bienestar y plenitud si las mujeres y las personas trans no participan de manera integral por lo que se requiere de un compromiso político y una combinación de estrategias por parte o de parte de la sociedad civil y de los gobiernos para lo que es necesario el establecimiento de sólidas alianzas entre las organizaciones (Empresas, ONGs, Academia) y los gobiernos. ¿Creen ustedes que las capacidades que toda persona humana posee están siendo utilizadas? ¿Piensan sinceramente que cada uno, que cada una de ustedes utiliza y desarrolla todo su potencial? Estimo que las capacidades que realmente tienen no han sido aún puestas a prueba, sólo quiénes hemos pasado por situaciones límite y habiendo estado dentro o al borde de lo que denominamos “muerte” o la hemos experimentado, sabemos de qué y de cuánto somos capaces, así como sabemos perfectamente que somos mucho más capaces de lo que creemos ser. En un mundo en constante cambio, donde los empleos y trabajos tal como los conocemos desaparecerán en unos diez o quince años, donde sólo las personas más idóneas y creativas tendrán un sinnúmero de ventajas… Les pregunto ¿qué creen que es necesario saber y hacer o saber hacer para llegar a crear nuevos trabajos, nuevos desarrollos, nuevos servicios, nuevos paradigmas, nuevas ideas…? La respuesta es, para mí, leer, leer y leer… Leer buenos libros, donde podemos encontrar la imaginación, la creatividad, las formas y las maneras de crear nuestros propios emprendimientos, nuestras nuevas empresas, nuestras asociaciones, el “cómo” le vamos a “agregar valor” al Mundo y “cómo” vamos a contribuir con la humanidad… Es en los libros donde se encuentra compilado y atesorado el conocimiento. Los libros contienen la sapiencia, la experiencia y las vivencias de cada uno de sus Autores/as, personas que han leído, andado y reflexionado mucho para luego volcar en esas páginas sus opiniones, sus ideas, sus imaginaciones, tal vez en forma de poesías, de novelas, de cuentos, de ensayos… ¿Son los libros y los viajes nuestros mejores maestros? Creo que es bueno pensarlo y descubrirlo entre todas las Personas y además, comentarlo en voz alta… Leer el libro indicado es la llave para abrir la puerta a nuevas ideas, a imágenes diferentes y cada ser humano interpreta lo que lee de manera distinta, por lo que practica la fantasía, permitiendo que el crecimiento personal se manifieste. Es bueno poder comentarles acá la historia de un muchacho que trabajaba como recolector de basura y una noche, de esas que el destino o la vida preparan para ayudarnos encontró un libro en perfecto estado, intacto en un tacho de basura. Este joven lo tomó, le sacó los restos de yerba seca, azúcar y harina que tenía y lo introdujo dentro de su bolso. Ya en su casa y a pesar del cansancio, le echó un vistazo, pero decidió dormir unas horas y luego comenzar a leerlo. El libro era el muy famoso y reconocido “Piense y hágase rico” de Napoleón Hill. Cuenta que desde ese día no pudo parar de leer libros de autoayuda y crecimiento personal y así fue que dejó su trabajo como recolector de basura y se dedicó a otras tareas que le resultaban más agradables, por las que ganaba más dinero y que había estado postergando. Comenzó a independizarse, formando sus propios emprendimientos y fundando luego empresas, siendo reconocido por sus conocimientos, por su fortuna y por el respeto que demostraba a sus allegados, empleados y empleadas. Recuerdo también otra anécdota que me refirió hace varios años un hombre que ya no está en este Planeta y al que conocí bien. Él tenía un amigo que, de joven, se dedicó a recoger la basura. Una noche, cumpliendo con su trabajo encontró el libro “El poder del subconsciente” de Joseph Murphy. Hoy ese muchacho es un hombre mayor, pero ha capitalizado en el más amplio sentido de la palabra todo lo aprendido: tiene campos, sembrados, ganado, caballos, criaderos de pollos, frigoríficos, camiones, camionetas, autos, emplea a mucha gente y vive en una casa que parece salida de una película de Hollywood. Desde hace más de veinte años, José Alberto Gutierrez conduce un camión de basura en Bogotá, Colombia, y ha recogido miles de libros que fue amontonando en su casa, la que se ha convertido en una biblioteca gratuita, donde no sólo prestan libros, sino que además, los regalan. Le llaman “el señor de los libros” y ha sido invitado a distintos eventos internacionales para dar testimonio de lo que hace. Actualmente la Biblioteca regala libros en lugar de prestarlos y, como recibe donaciones de particulares y de editoriales, hoy tiene 25.000 ejemplares. Un grupo de recolectores de residuos de Ankara, capital de Turquía, instaló una biblioteca con libros que fueron recuperando de la basura en sus horas de trabajo. Creada en una fábrica abandonada, la biblioteca ya cuenta con más de 5000 ejemplares. ¿Qué ocurre con los libros que los/as lectores deciden tirar para hacer un hueco en sus estanterías? Los volúmenes abandonados reviven en las paredes de esta antigua fábrica donde las personas concurren a leer gratuitamente, conformando una sorprendente biblioteca. Estos ejemplos que les estoy dando, con seres humanos que recogen la basura en las noches de invierno, con lluvia, viento, nieve, frío o calor, se los presento como una forma de decirles que, cualquier persona está en condiciones de mejorar su vida, que no es necesario tener dinero para leer libros porque los libros están a nuestra disposición, en todas partes, sólo hay que saber qué producen en las personas, qué tienen adentro en cada una de sus páginas, y también, que nos ayudarán a mejorar en todo sentido al leerlos, porque “sólo el libro que no leas no te ayudará” y de todos los libros se sacan enseñanzas, aún hasta del que consideremos como “malo”. Voy a dar por finalizada esta conferencia con una frase que me encantó desde el momento que la leí: es de un reconocido Escritor y Motivador profesional estadounidense, Jim Rohn, “¿qué es lo peor de no haber leído un libro en los últimos noventa días?... Lo peor es... no haber leído un libro en los últimos noventa días y creer que no importa…” Muchas Gracias! Silvia Mirta Valori. Página web: www.silviamirtavalori.com


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Silvia Mirta Valori

Buenos Aires, Argentina

Escritora - Conferencista Nacional e Internacional. Autora de Cursos, Talleres, Ensayos, Cuentos y Libros. Mención de Honor por el Cuento “Adam y el Abuelo – Mensaje para el Mundo” Premio a la Mujer Emprendedora 2008 "Se hace camino al andar" Reconocimiento por el Programa “Hoy Puede Ser un Gran Día” Radio ARinfo, 2... Ver más

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